El renacimiento de la confianza de las empresas es esencialC

César Pérez Novoa

El IPSA terminó el último mes de 2015 con un avance de 0,7% en moneda local y de 1% medido en dólares, mientras que los números macro del mismo periodo se presentaron en línea o incluso por sobre a las expectativas del mercado. Por ejemplo, las ventas minoristas estuvieron por encima del consenso en noviembre. Esta tímida reacción del mercado refleja las preocupaciones globales, los bajos índices de popularidad en política (algunas fricciones dentro de la Nueva Mayoría) y la incertidumbre persistente sobre las reformas pendientes en la agenda del gobierno.

Chile registró una deuda de

US$ 3.000 millones con Estados Unidos, aunque la solicitud no significa necesariamente que la Tesorería de Chile utilizará estos recursos, ni la cantidad del capital, sin embargo, el Ministerio de Hacienda está asegurando la posibilidad de obtener líneas de crédito en caso de que sea necesario debido a una caída en los precios de las materias primas o una seria desaceleración de la economía.

En el frente internacional, Chile recuperó un socio para la energía: Argentina. El presidente Mauricio Macri está tratando de construir nuevos vínculos comerciales con las naciones del Pacífico en el suministro de energía como parte de un avance hacia la integración regional. Hasta mediados de la década de 2000, Argentina era proveedor de gas natural único en Chile, pero la falta de inversión en el país vecino produjo la interrupción del abastecimiento. Macri señaló que las exportaciones a Chile podrían reanudarse una vez que las reservas argentinas, como el enorme yacimiento Vaca Muerta en Patagonia, comiencen a producir en tres o cuatro años. Mientras tanto, los ductos interandinos podrían utilizarse para bombear combustible en la otra dirección. Este desarrollo es distante, pero es evidente que marca una nueva era de los flujos comerciales y una posible reducción en los costos de energía para Chile.

La agenda política de 2016 está llena de reformas, aunque hay dos que podrían tener un efecto significativo en el mercado: la laboral y el proceso de cambio constitucional. Enero ya cuenta con siete nuevos temas programados: (i) un proyecto de ley para fortalecer la democracia y la transparencia; (ii) las normas para modernizar los partidos políticos, reforzando sus características democráticas; (iii) las reformas sindicales; (iv) la simplificación de la estructura tributaria; (v) un proyecto de ley sobre la competencia, el objetivo de una estructura de defensa de la competencia más eficiente; (vi) la revisión de la formación docente y (vii) un paquete de medidas contra la delincuencia. Esperamos que la reforma laboral, que requiere un tercer y último paso, iniciará su camino en marzo, ya que los senadores estarán ocupados con una gran cantidad de asuntos por legislar y la administración gobernante quiere que el tema sea tratado en profundidad y ser aprobado en consenso y sin ningún tipo de prisa.

No debemos olvidar que Chile está bien equipado para enfrentar retos: tiene la artillería necesaria para cumplir períodos de bajo crecimiento económico, ya sea con fondos soberanos o a través de inversión local. Es esencial para el éxito en cualquier proceso un renacimiento de la confianza de las empresas.